Sheinbaum endereza la vara: "El poder se ejerce con humildad"

Ciudad de México, 23 de julio de 2025 – En una escena digna de una cátedra pública, la presidenta Claudia Sheinbaum interpeló sin vacilaciones al coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, tras difundirse imágenes del legislador en un restaurante de lujo en Madrid. El motivo: una lección explícita —y nada implícita— sobre la austeridad, la congruencia y ese concepto casi olvidado llamado humildad en el poder.

Con una voz que amalgama reproche y cortesía institucional, Sheinbaum arrancó sus palabras con un "Ay, que cada quien lo juzgue", para de inmediato remachar: “El poder se ejerce con humildad, lo primero, siempre… nosotros representamos un movimiento”. No se trató de una mera recomendación: fue un deslinde público, un aviso decorado con diplomacia y adscrito a la liturgia de la Cuarta Transformación. 

Monreal no se quedó en silencio. Emitió un video cuidadosamente preparado donde desmiente que él y su esposa se hospedaron en el ostentoso Rosewood Villa Magna, explicando que solo desayunaron allí como parte de una escapada para celebrar 40 años de matrimonio, financiada con medios propios. Protagonizó una defensa al mismo tiempo personal y política: “Tenemos derecho a pasear...”, espetó, aderezado con un alegato sentimental: “Es un compromiso religioso con mi esposa… cúmplanle a su esposa”. 

Este episodio no es ni el primero ni el último. La exigencia de austeridad en Morena ha sido puesta a prueba durante este verano: la presidenta ha tenido que repetir la misma frase —“el poder se ejerce con humildad”— en múltiples ocasiones, frente a las controvertidas vacaciones del hijo del expresidente en Japón o de otros afines que parecen haber convertido el discurso austero en un traje alquilado. 

El trasfondo es más profundo que mera sensatez retórica. Morena ha actualizado sus estatutos recientemente, endureciendo reglas internas: prohibiendo el uso de vehículos lujosos, viajes en primera clase y cargos heredados, directa herencia del discurso de austeridad que trató de institucionalizar López Obrador —y que Sheinbaum hoy insiste en preservar sin contemplaciones.